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MAS VIVOS QUE NUNCA

  • Foto del escritor: Miguelángel Cardozo Fleitas
    Miguelángel Cardozo Fleitas
  • 28 may 2017
  • 3 Min. de lectura

Hace exactamente una semana no se había disputado la cuarta fecha por la serie L de la Copa Nacional de Clubes, divisional B. Un virtualmente eliminado Tabaré debía enfrentar el partido clásico a todo o nada. Lo ganó, pasado ese episodio, necesitaba sumar nuevamente para afrontar una última fecha de local con posibilidades. Si bien, se avizoraba una expresión futbolística en ascenso producto del estado anímico, nunca pensamos ver el partido que vimos. Tabaré fue el único equipo en la cancha, demostrando un crecimiento muy interesante. Comenzó dominando las acciones, ante un Progreso no tan agresivo en la marca como lo observáramos en otras ocasiones. Acusó indudablemente las ausencias de Gregory Correa y Cristian “pocho” Icazzetti, dos piezas importantes en zona de volantes. Por otra parte los del indio, jugaron mucho mejor con pelota, siendo más que los locales. Munhoz de galera y bastón, supo jugar cerca de un Santiago Bello sobresaliente, picando a todas, jugando para generar espacios, marcando y luchando. A los 17 minutos una buena triangulación de la visita encuentra al lateral Alejandro Machado con la pelota picando en el área por la izquierda, pudiendo definir, prefiriendo buscar la entrada del “toto” Núñez ingresando por el segundo palo, llegando para pegarle, pero trabada a medias por un defensor, contando con la fortuna de derivar nuevamente hacia la izquierda frente al arco; el golero Estol en el piso, tirándose con el alma, pegándole vaya a saber con qué parte del botín izquierdo dentro del área chica, otra vez Alejandro Machado. Merecida apertura hasta ese momento. Progreso con fuerza más que fútbol llegó a inquietar por momentos a Tabaré. La más clara una entrada por izquierda, tras remate de Lemos, donde De Barros saca de cabeza, en dos oportunidades, en segunda instancia en la línea. El juego aéreo de Progreso es importante, siendo la herramienta fundamental de los canarios. Paso ese sofocón la visita yéndose al descanso. El complemento se esperaba con la furia de los locales, defendiendo la ventaja la visita. Continuó siendo más Tabaré contando con la complicidad de un desorden táctico de Progreso, dejando espacios, aprovechado por el “mute” Diego González quien cambia golpe por gol a los 57 minutos. Todo nace del incansable Bello, robando una pelota en la salida, para habilitar, encontrando al goleador, quien define en dos tiempos, primero tapado por el gran guardameta Estol, figura ya del partido, para en el rebote si poder marcar. La media hora final del partido, contó con la lucha de Progreso, situando por momentos en su campo a Tabaré, pero sin claridad, basándose en el juego por elevación. Destacamos la defensa del indio, muy aplicada, con Brian De Barros, sacando todo lo que venía por aire. Tabaré marró varias ocasiones de contragolpe, pero con la tranquilidad de estar 2 a 0. De ser un poco más efectivo, podría haber ampliado el marcador, en varias oportunidades. Los cambios de este deporte tan hermoso; en 7 días Tabaré pasa de estar casi eliminado, a soñar en la clasificación pero con los pies en la tierra, ya que están segundos con 7 puntos, y la posibilidad de definir en su casa la próxima fecha. Parecen buscar estas dificultades los del indio; porfiados, guerreros, inclaudicables, inconformistas, para sacar su rebeldía a relucir, mezcla de desesperación y fe, como en tantos momentos de su historia, donde nadie daba nada por ellos, para dar otra vez un revés a los pronósticos, a la lógica, metiéndose en la pelea. Ahora la ven diferente, contando con claras chances de seguir en la copa. Se afianzan en la tabla, pero por sobre todas las cosas desde lo futbolístico, vemos otro Tabaré. Figuras sobresalientes comienzan a contagiar al colectivo, resultando cada vez más homogéneo el rendimiento del equipo, como el día de hoy, donde destacamos a algunos pero, siendo difícil, la tarea de elegir destaque, pues la mayoría rayó a gran altura. Ni espantosos antes, ni fenómenos ahora, eso sí, favoritos ahora para pasar de fase. Usamos el título de nuestro comentarista Nahuel Dobos, tras finalizar el partido en Estación Atlántida “Más vivos que nunca”.


 
 
 

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