TABARE PIRIAPOLIS FÚTBOL CLUB 80 AÑOS DE GLORIA
- Javier Arzarello
- 3 jul 2017
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De izquierda a derecha, parados: Dámaso Linares (DT), Blanco, Carlos "Pelado" Pérez, José Arrionda, Giovinatti, Julio Soca, Ramón Porras, Freddy "Vivi" Acosta Agachados: Rudy Paz, Juan Carlos "Cachito" Hernández, Nelson "Flaco" Medina, Miguel Cavalieri, Líber Quintas, Goñi (K)
Victor Larrosa, fundador de Tabaré
Cuando Víctor Larrosa juntó a un grupo de niños para jugar partidos amistosos por pura diversión, nunca imaginó que estaba poniendo la piedra fundamental para el nacimiento de una las instituciones más importantes del fútbol de Zona Oeste.
El “Indio”, en sus comienzos utilizó los colores verde y rojo a bastones verticales, y un tiempo después, adoptó los colores que lo caracterizan, el blanco y negro. Su primera cancha, denominada “La Chuchilla”, se ubicaba entre las calles Reconquista, Buenos Aires, Rondeau y Zolezzi, y según nos comentaron algunos testimonios “era un pedregal”, y “había que aprovechar cuando jugabas a favor de la bajada”. Jugó en la misma hasta el año 1949. Cuando se empiezan a lotear la zona de los terrenos donde se encontraba, la institución consiguió que se le diera el “Parque Venus”, cancha que fuera utilizada por su vecino, Piriápolis F.C., y que al no competir, pasó a ser usufructuada por el club; la condición que puso Lorenzo Piria para cederles el terreno, fue que denominaran la cancha el como “Estadio Francisco Piria”.
El año de la creación de la Liga de Zona Oeste, 1951, Tabaré obtiene el primer campeonato de la novel Liga. Dentro de sus filas, se destacaba la figura de Julio “Tito” Garrido, considerado por muchos, el mejor jugador que ha pasado por la institución, y según testimonios “jugaba bien en los 11 puestos de la cancha”. También aparecería la figura de Luis “Coco” Maidana, que partiría tempranamente al fútbol capitalino, y que años más tarde se consagraría campeón de América y del mundo en arco de Peñarol. Los comienzos de los años 60 llevarían a la institución a lo más alto del departamento, ganando de forma consecutiva, bajo la conducción de Dámaso Linares, en el año 1961 y 1962, los campeonatos de Zona Oeste en primera división, y los campeonatos Departamentales de primera división y reserva. En esa época aparecería en escena la figura de Juan Francisco “Quico” Hernández, presidente de la institución, considerado uno de los más pilares más importantes.
A principios de la década del 60, Tabaré cumpliría el sueño de tener la sede propia, ya que, conseguiría comprar el Hotel Palma, mediante una colecta de todos sus hinchas. No sería hasta principio de los años 80, que mediante un mecanismo similar, se consiguiera hacer el gimnasio.
Con la construcción del Camino de los Arrayanes, a fines de los años 60, que pasaba por una de las áreas de su cancha, Tabaré estuvo “nómade” durante un tiempo, jugando en la cancha del Beaulieu, detrás del Argentino Hotel, y en el “Parque Punta Fría”, cancha de su tradicional rival, ubicada en la zona del Autódromo de Piriápolis. Recién a comienzos de los años 70, consigue el actual predio. En el año 1974 rompe la hegemonía que llevaba el equipo de Rausa, después de siete años, y obtiene su sexto campeonato.
A fines de la década los años 80 y comienzos de los 90, deportivamente fue muy exitosa, consiguiendo varios campeonatos, y aportando varios jugadores para la selección de Ligas Federadas, campeona del Interior en el año 1993, destacándose la figura de Eduardo “Palito” Bonilla, gran jugador y mejor persona. La década del 2000 también fue muy exitosa deportivamente, consiguiendo un tricampeonato en los años 2000, 2001 y 2002.
No podemos olvidarnos, de esos personajes pintorescos, que siempre estaba dando una mano de forma desinteresada a su club, en las buenas y en las malas, como Juan Carlos “El Negro” Barbosa, por años kinesiólogo, y el “Indio” Soria, entrando a la cancha con los jugadores al grito de “¡Vamo´ el Tabaré!”, arrodillándose en la mitad de la cancha.
Julio “Tito” Garrido, Cristóbal “Parroquia” González, “Catato” González Plada, Nelson “Flaco” Medina, Juan Carlos “Cachito” Hernández, Eduardo “Palito” Bonilla, Héctor “Toro” Tapia, son algunos de los tantos grandes jugadores que forjaron la rica historia de la institución, y que dejaron varias copas en las vitrinas e imborrables recuerdos en la memoria de los hinchas.
Hace 80 años, quizá, Don Víctor sólo quería ver dibujada una sonrisa en la cara de esos niños, al corretear atrás de una pelota, en los campitos de aquel Piriápolis prácticamente desierto, ignorando por completo, que sus “indiecitos”, iban a escribir una rica historia.
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