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MALDITA ESPINA: PIRIAPOLIS AFUERA DEL CAMPEONATO NACIONAL DE CLUBES

  • Eduardo Cabrera
  • 16 jul 2017
  • 4 Min. de lectura

Desde hace años Piriapolis apuesta alto para obtener un logro a nivel del fútbol del interior. Hace unos años, realizó una de sus mejores participaciones quedando eliminado en cuartos de final de la copa ante Central de San José. En aquel equipo jugaba Ernan Delgado, quien manifestaba lo difícil del rival Piriapolis, pero sin lograr el paso a instancias finales. Este año se realizó una apuesta importante, reforzando un plantel muy rico, buscando el salto de calidad que lo posicione entre los mejores de la copa B, para ascender, y porque no lograr el campeonato. Futbolistas de renombre como Tainá “tito” Freitas, proveniente de Cerro Largo, jugando en la selección, el propio Ernan Delgado figura del copetudo Central de San José, bicampeón del interior con ese equipo, Diego Fernández veterano y experimentado jugador del profesionalismo, Defensor, Nacional, Peñarol, Danubio entre otros; el “cabeza” Adrián López, proveniente de una filial del Cruz Azul de México, el goleador de Zona Oeste, Rodrigo Tassara, eran algunos de las apuestas para fortalecer un plantel con un solo objetivo: ascender a la A. Eso pensado como un paso previo a la gran aspiración, obtener el título de mejor del interior. La cercanía geográfica ordena los cruces de tal forma que se cruzan rápidamente equipos de Maldonado y Zona Oeste, en particular, Ituzaingo y Piriapolis. Hablábamos días atrás con el técnico Andrés Mendoza, asegurando que aquel equipo eliminado en esta instancia, está a la altura de los mejores, pero por los cruces, uno quedaría afuera. Le tocó a Piriapolis lamentablemente, enfrentando a un gran rival. Días pasados nosotros pensábamos, que ante la tan absoluta paridad, podría inclinar la balanza, un chispazo de calidad de alguna individualidad, de uno u otro. Y apareció Gastón Navarro, veterano goleador de mil batallas, encontrando una y mandándola a guardar. En el minuto 42, recibe una habilitación precisa para encontrarse “de macho” al arco rematando bajo, contra el palo. Piriapolis comenzó mejor el partido en una cancha con piso excepcional para jugar. Un remate de Ernan Delgado pega en el horizontal, tomando el rebote Diego Ramos, pudiendo rematar pero, prefiriendo jugar al medio para Oliver, y así asegurar, con este último rematando débil a las manos de Saldaña. Se salvó de forma increíble el locatario en los primeros minutos. Luego una triangulación fantástica de Rodríguez, Serrón y Marcelo Ramos quien pica al vacío hacia el área recibiendo un magistral pase del capitán, prefiriendo patear de primera, alto desviado, cerca del arco, dentro del área, donde pensábamos tal vez que podía haber intentado parar esa bocha, para definir con más precisión totalmente sólo. Esas fueron las dos más claras, pero no las únicas, porque los de la franja buscaron incesantemente, en varias ocasiones por elevación. El primer tiempo terminó 1 a 0 producto de la efectividad del verde. La segunda mitad contó con la propuesta de Piriapolis para empatar, contando con algunas situaciones también. Un tiro libre de Serrón que pasa arañando el palo, una incursión de Yamandú Fernández quien remata cruzado, marrando de forma increíble una situación ideal, pasando cerca del palo otra vez. Después fueron pasando los minutos y la consigna era tirar hacia el área a través de centros, o pelotas quietas, pero sin lograr abrochar el empate y la clasificación. Varios tiros de esquina situaron a Ituzaingo defendiéndose muy bien. Una alternativa decisiva de partido, creemos fue una infracción dura del futbolista Molina en la mitad de la cancha, ya con amarilla, luego de cometer reiteradas infracciones, contando con la “pasividad” del árbitro de Canelones Capital Marcelo Palacios, quien no muestra doble amonestación (por lo menos, ya que si era tarjeta roja nadie podía decir nada). A esa altura faltaba medio segundo tiempo jugar. Automáticamente el técnico Andrés Mendoza, inteligente, rápido, sustituye al futbolista de Ituzaingo que estaba “de regalo” en cancha. Sin embargo no dudó en expulsar a Juan Elizondo cuando propició un contacto con un rival en un ataque. En fin, no discutimos esa acción, fue rápida y no la vimos. Si debemos señalar firmemente que ante una paridad tan marcada, esos fallos son determinantes a la hora del desenlace de un encuentro. Piriapolis con 10 siguió luchando y dominando las acciones. Nosotros nos preguntamos, ¿si Piriapolis hubiese quedado con un hombre de más con 25 minutos por jugar que hubiese pasado? Es fútbol, nada se puede sentenciar, aunque es claro que el empuje hacia el arco de Saldaña seguramente hubiese sido mayor aún, posiblemente insostenible. Por arte de magia luego de esos yerros, aparecieron infracciones en favor de la visita, donde, francamente no vimos falta, viniéndose a nuestra mente la “vieja ley de la compensación”. Tarde piaste. Por lo general, los equipos de Maldonado Capital predominan por sobre los de Zona Oeste, salvo honrosas excepciones. En la actualidad, visto esta llave, las distancias no solo se acortaron, sino que podemos hablar de una paridad absoluta. Es más, nos queda la tristeza de ver un equipo de nuestra querida Zona Oeste eliminado, ante un gran equipo, el campeón de Liga Mayor, señalando que en 180 minutos debe haber generado, 4 ocasiones de gol claras, tomando un par de ellas remates de afuera del área. Es verdad, Piriapolis no creó muchas acciones de riesgo, eso sí, las más claras de la serie, en la tarde del sábado en el Parque San Rafael. Reiteramos, el sinsabor de tener la “mala suerte” de contar con un (a nuestro humilde entender) fallo garrafal al no expulsar a Molina, resultando factor decisivo. Como resumen, felicitar al club Piriapolis, por la entrega de sus jugadores, demostrando hambre de gloria, compromiso, dedicación, entrega, resultando irreprochable su condición de lucha hacia la causa. A los dirigentes, que realizaron una apuesta fuerte seguramente desde lo económico, atravesando horas de amargura, aplaudir el esfuerzo. Hace un tiempo hablábamos con directivos, compartiendo el pensamiento de que será cuestión de tiempo ver a Piriapolis en lo más alto a nivel del fútbol del interior, por aquello del dicho: “tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”. Esta era una linda parada, donde se hizo todo lo posible para llegar, resultando esquivo una vez más. A la afición, que acompaño en gran número, a pesar de la derrota, debe sentirse conforme con el esfuerzo de un equipo de hombres, dejando el alma y la vida en cada pelota hasta el final. A levantar la cabeza y seguir porque el fútbol da revanchas a la vuelta de la esquina, y este plantel se merece un segundo capítulo, para llegar más alto, como en verdad creemos se merecía estar.


 
 
 

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