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Migrantes de las caravanas centroamericanas se reúnen con AMLO

  • Foto del escritor: Miguelángel Cardozo Fleitas
    Miguelángel Cardozo Fleitas
  • 8 nov 2018
  • 5 Min. de lectura

Caravana migrante espera reunión con López Obrador

Miles de migrantes centroame­ricanos despertaron ayer en un complejo deportivo de Ciudad de México donde esperan a la reunión que mantendrán hoy con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, antes de decidir si prosiguen su camino hacia EE.UU., informó el periódico El Nuevo Herald.

De acuerdo con Pueblo sin Fronteras, organización que acompaña a este masivo movimiento migratorio, en el complejo deportivo Magdalena Mixhuca, en el este de la capital, se encuentran al menos 5,000 personas de la caravana que entró en México el 19 de octubre repartidas en carpas y tiendas de campaña.

Representantes de la caravana, entre los que se encuentra el exlegislador hondureño Bartolo Fuentes, anunciaron que explicarán su situación en un encuentro con López Obrador, quien ha prometido visados de trabajo para los migrantes una vez haya asumido la Presidencia el 1 de diciembre.

Tras esta reunión, la cara­vana sopesará si se queda en México o si mantiene su travesía hacia EE.UU.

En ese caso, también deberán escoger qué ruta emprenden hacia suelo estadou­nidense, donde el presidente Donald Trump ha anunciado que impedirá su entrada.

Desde la capital mexicana, los migrantes se encuentran a 1,200 kilómetros si se dirigen a Texas o a unos 2,800 kilóme­tros si su objetivo es California.

La primera caravana, que en un principio estaba conformada por hondureños, a los que se sumaron migrantes de otras nacionalidades, comenzó a llegar a Ciudad de México el domingo tras reco­rrer los estados de Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Puebla.

Paralelamente, otros tres grupos de migrantes, dos de salvadoreños y uno más de hondureños, han entrado a territorio mexicano, y muchos de sus integrantes han solicitado refugio a México y permanecen retenidos en la frontera sur.

Exdiputado hondureño rechaza “incitar” a caravana migrante

El exdiputado federal de Honduras, Bartolo Fuentes, quien ha sido señalado como uno de los impulsores de una enorme caravana migrante que atraviesa México rumbo a Estados Unidos, negó haber incitado a los hondureños a salir de su país.

“Ahora quieren buscar quién es el culpable y quieren decir que un pinche periodista que se llama Bartolo Fuentes es el que organiza”, dijo en una conferencia de prensa en el albergue de Ciudad de México donde hay unos 4.500 migrantes, en su mayoría hondureños.

“Yo no he incitado a nadie para que se venga a la caravana”, sostuvo Fuentes.

El Mundo

Presentan hoy testimonios sobre presunto secuestro de desplazados

Tres personas que lograron escapar de uno de los camiones donde presuntamente fue secuestrado un número indeterminado de desplazados del éxodo centroamericano el sábado 3 de noviembre, describen que pasando Tierra Blanca, en Veracruz, los vehículos donde iban fueron interceptados por hombres encapuchados y armados. A partir de ese momento los desviaron de su trayecto. Describen que se trataba de un vehículo de lámina gris y toldo anaranjado.

En una serie de testimonios recabados por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), que serán presentados hoy ante la Fiscalía Especializada en la Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Procuraduría General de la República (PGR), tres personas, cuyos nombres se reserva este diario por su seguridad, dan cuenta del momento en el que fueron levantados en el camino, de cómo fueron interceptados por un comando armado y de cómo fueron rescatados por dos patrullas y así pudieron escapar.

Los demás, que según escucharon eran 65 niños y siete mujeres que ya estaban vendidos, no llegaron a ningún albergue. Han intentado localizarlos en la Asunción, en Puebla y en el estadio Jesús Martínez Palillo de Ciudad de México, pero no los han encontrado.

Los hechos ocurrieron el 3 de noviembre por la noche, poco después de que el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, divulgara un video en el que anunció que retiraba su ofrecimiento de poner 150 camiones a disposición de la caravana que esa noche pernoctaba en Isla para que hicieran el trayecto hacia Ciudad de México sin tener que caminar largos trayectos.

Esa maniobra generó desesperación entre los migrantes y provocó una momentánea dispersión, ya que varios grupos se desprendieron de la caravana para continuar el camino por su cuenta.

Unos se encaminaron a Acayucan y otros se adelantaron hacia Tierra Blanca, Tres Valles, Córdoba o hasta Puebla.

“Adelante de Tierra Blanca veníamos caminando. Por lo general pedimos raite y esto fue lo que hicimos. Se paró una camioneta, de esas cerradas, y se bajaron unos hombres. Iban armados y obligaron a muchos a subirse. Calculo que subieron a unos 50”, explica una de las mujeres en un testimonio videograbado.

Los testigos lograron apuntar el número de las placas de los camiones y camionetas. El del toldo anaranjado tiene la placa KY 88 765, del estado de México; otro llevaba la placa GX 3391C, de Guerrero, y una camioneta pick up portaba la número KXC 7906.

En Isla, donde estaba programado que el éxodo pernoctara para continuar hacia Córdoba al día siguiente, al observar que algunos migrantes que no quisieron esperar más abordaban camiones de carga sin seguridad ni control, el titular de la DDHPO, Arturo Peimbert, y algunos integrantes de su equipo intentaron disuadirlos.

Queríamos llegar aquí rápido, refiere otra mujer que acampa en el megalbergue de la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca. Un muchacho vestido de negro, gordito él, nos dijo que teníamos que pagar 150 pesos. Ya por Tierra Blanca nos dijo que teníamos que pagar 50 pesos más. Le dijimos que ya no teníamos. Pasando un puente había ocho hombres encapuchados. Al camión entró uno y dijo que ya todos estábamos vendidos. Todos, dijo. Y que eran 65 niños y siete mujeres.

La misma testigo relata que el camión se desvió de la carretera por un camino como piedroso cuando nos alcanzaron dos patrullas. Las patrullas nos rescataron. Explica que al llegar a una gasolinera, cuando supuestamente nos iban a subir a un furgón, varios lograron salir del camión. Así se salvaron de lo que se presume era un secuestro masivo. Refiere que el camión en la que ella iba era de lámina gris y toldo anaranjado.

Otro hombre admitió que desoyeron la recomendación de los defensores, porque uno lo que quiere es llegar al destino donde va. Y uno arriesga la vida.

Asegura que en el camión donde él iba venían muchos niños. En un paraje solitario el vehículo se paró, “se bajó un ayudante de la cabina y aparecieron unos enmascarados con cuernos de chivo. Gracias a Dios nadie de los armados se subió atrás. Íbamos bien espantados. Más adelante nos pararon otra vez. Yo, encomendándome a Dios, le dije a las demás personas: ‘si nos tocó, pues ya ni modo’. Yo ando con una muchacha con sus hijos. Temblaba. Y gracias a Dios le tocó el corazón a esa gente y nos pudimos salvar”.

La Jornada


 
 
 

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